Viernes Santo, nuestro señor Jesucristo, ha muerto en la cruz, ha puesto su vida en nuestras manos, y después de 2000 años, asistimos con horror, como aquella sangre derramada con tanto amor y aunque nos los recordamos, año tras años, con la Semana Santa, seguimos de espalda al sendero que con tanto amor y devoción, con Su muerte El, nos señalo
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